Nuestra aventura en el mundo nos dice que tan solo somos el accidente de un retorno, una experimentación que se desarrolla a través del tiempo y que une puntos lejanos por el espoaciuo para demostrar que nuestra obra más vasta es el propio pasado. Un pasado remoto y olvidado en el que la oscuridad simbolizaba el poder de nuestra inminente desaparición.










































La propiedad principal de las lentes convergentes es que focalizan los rayos de luz en un punto. Esta propiedad es debido al fenómeno conocido como refracción, que explica la desviación de la luz cuando pasa de un medio a otro.



Las lentes convergentes se utilizan principalmente como lentes de aumento. Para ello es necesario tener en cuenta la distancia a la que colocamos el objeto con respecto a la lente y conocer su distancia focal (f).















































































































































































































Un rayo incidente sobre una superficie reflectante, será reflejado con un ángulo igual al ángulo de incidencia. Ambos ángulos se miden con respecto a la normal a la superficie.



   
   


Si un rayo de luz incide con un ángulo menor que el ángulo crítico sufre reflexión y refracción. En cambio, cuando el ángulo de incidencia es mayor o igual que el ángulo crítico, como es el caso de los dos rayos más a la derecha, el rayo no se refracta, sólo se refleja, desplazándose únicamente en el mismo medio.









La Ley de Snell afirma que la multiplicación del índice de refracción por el seno del ángulo de incidencia respecto a la normal es constante para cualquier rayo de luz incidiendo sobre la superficie separatista de dos medios. Es decir, el componente del índice de refracción paralelo a la superficie es constante.