El filo del contorno general es fruto de levantamientos desde las dos caras. Estos le dieron aspecto semejante a las huellas del retoque abrupto en las cuarcitas, algo de difícil confirmación dada la particular naturaleza de los golpes y presiones que hubo de sufrir este bloque tan solo con su peso. La cara oculta tiene forma abombada más o menos regular y sin huellas de manufactura. La losa posee un perfil estrecho y un importante peso, por lo que creemos que su transporte implicó un largo y estimable esfuerzo[1].



Como ya se ha dicho la estela tiene forma de pentágono irregular con una base amplia, lo que incluye el hecho de que, visualmente, la sensación de peso gravita sobre los pies de la piedra. La base, en el perfil está también engrosada ligeramente respecto a la zona superior. Esta forma es casi el único indicio que podemos observar de algo que confirme una posición original hincada, pero no hay que olvidar que el lienzo en el que se encuentran las figuras es en sí un engrosamiento de la losa. La base comparte el estilo de fractura de los demás bordes, sin que podamos encontrar ni coloraciones diferentes ni restos de rozamiento diferenciado.





Moreno Arrastio, Francisco José; La estela de Arroyo Manzanas (Las Herencias II, Toledo), Universidad Complutense de Madrid



[1] El lugar de procedencia de la pizarra es difícil de situar porque existen varios candidatos. Para la discusión sobre su procedencia me remito a la Memoria de Excavaciones.